lunes, enero 30, 2006

Comentarios a Blog Lamesadelcafe

Estimado Toño: Creo que eres muy certero en la identificación de esta especie de "piedra de tope" para la "sanación" de la convivencia al interior de la DC: la ausencia de amistad cívica o, algo parecido, la pérdida de confianza, situación que posiblemente hunda sus raíces en el tristemente famoso (e impune)carmengate. Sabes que hay un experto en transiciones de régimen político, Rustow, que plantea que previo al inicio de un proceso de transición a la democracia y de su posterior consolidación, debe existir lo que el define como "unidad nacional", es decir, un claro sentimiento colectivo de que existe un proyecto de país común. Analógicamente, siguiendo tu línea de análisis, es posible que en la DC haya un evidente problema de "unidad partidaria" o, en términos más precisos, de ausencia de un proyecto común.Así como tú, supongo que muchos DC se sentirán descolocados entre las sinuosidades estratégicas de la actual conducción partidaria (alianza chica-feroz lucha contra el fantasma de la UP encarnada en Lagos-posterior alianza con los "fantasmas"-corrección del modelo) y, por otro lado, la "oferta" de la élite tradicional, en la que se entremezclan los herederos de los fundadores y los "rucios" (comunicacionalemente un pésimo mote), que en su conjunto proyectan una pesada imagen de oligarquización partidaria. Personalmente no participé en los eventos que señalas, pero por lo que cuentas hice un buen ahorro. Tampoco he estado en Batuco.Probablemente muchos de mi generación, los de la voz de los ochenta, estuvieron en más de alguna de estas citas. Seguro que varios lo han hecho con mucha convicción, otros probablemente lo han hecho seducidos por el poder y haciendo una apuesta. Por cierto, eso no es cuestionable desde una perspectiva individual, ya que la mayoría de nosotros, en el contexto de nuestra mayoría de edad, debe asumir las responsabilidades de la vida (familia, principalmente). Pero, en medio de nuestro aburguesamiento, sin duda que en muchos debe haber descontento y estarán intimamente a la espera de una "tercera vía" (por supuesto no la de Giddens), la que sin que se renuncie a una profunda vocación por el poder, sea más coherente con lo que se ha vivido, con el imperativo de nuestra democracia (la equidad) y que tenga, condición imprescindible, conexión ciudadana, uno de los déficits de la actual conducción.Está por verse si la renovación partidaria pasará por la tendencia predominante en el Chile Actual (parafraseando a Moulian), que debe tener su chance encarnado en el proyecto de Soledad Alvear. Veamos que pasa. Mientras tanto me sumaré al esfuerzo de aunar voluntades a través de esta y otras instancias de reflexión y de acción, que hoy por hoy son pequeños intersticios abiertos para mantener el pulso de este movimiento.