A NO VOTAR POR RAPA NUI
A propósito de la sorprendente y post moderna votación virtual para escoger a las nuevas “maravillas del mundo”, emulando a las míticas maravillas del mundo antiguo que nos enseñaron cuando niños (el Coloso de Rodas, los Jardines de Babilonia, etc.), quisiera sumarme a esta campaña universal, que esta vez nos toca de lleno como país al aparecer entre las candidaturas nuestra única isla polinésica, la mágica Rapa Nui, incorporada al territorio nacional gracias al intrépido Policarpo Toro y hasta donde han llegado incluso Mampato y Ogú.
Pero mi participación en este movimiento mundial no es para unirme a esta cadena de oraciones y apoyos virtuales a los moais de Rapa Nui sino más bien para todo lo contrario: amig@s los llamo A NO VOTAR POR RAPA NUI, con lo que me sumo a un movimiento similar al de miles de mexicanos, arqueólogos y ecologistas en general que están llamando a no votar por otra de las “candidatas fuertes” del concurso, Chichén Itzá, sobre la base de la posibilidad de que ese sitio arqueológico se deteriore definitivamente ante un desborde de turistas. En la actualidad Chichén Itzá recibe 1.2 millones de turistas al año, estimándose que su máxima capacidad para soportar las visitas alcanza a las 1.5 millones de personas por año, cifra que evidentemente se multiplicaría gracias al negocio de las agencias de turismo de todo el mundo.De hecho el presidente de la oficina mexicana del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) de la UNESCO, Javier Villalobos Jaramillo, pidió que no se vote a Chichén Itzá como una de las nuevas siete maravillas del Mundo, ya que según su opinión “esta idea de votar para elegir los nuevos lugares es poco seria y se parece más a los concursos de simpatía que organizan las escuelas, donde quien vende más boletos gana” y que “más que beneficiar un eventual triunfo puede afectar nuestro patrimonio". Además Villalobos da otro argumento clave “Chichén Itzá ya es Patrimonio de la Humanidad. Tiene la más alta distinción que puede tener” y que consecuentemente cree que “este movimiento de las siete maravillas es simplemente un tema de especulación económica con interés de posicionar lugares para el turismo, pero no evalúa el sitio, ni sus condiciones o sus valores”, recordando a la vez que Egipto, quien pugnaba porque sus pirámides también fuesen consideradas como maravillas, retiró su postulación al ver esta amenaza.
Si ya Te Pito o te Henua (Rapa Nui) es patrimonio de la humanidad y tiene un creciente caudal de turistas, los invito a hacer lo mismo que han hecho algunos mexicanos y los egipcios y sumarse, como en el pasado, a la campaña del No, claro que esta vez es a NO VOTAR POR RAPA NUI.
Pero mi participación en este movimiento mundial no es para unirme a esta cadena de oraciones y apoyos virtuales a los moais de Rapa Nui sino más bien para todo lo contrario: amig@s los llamo A NO VOTAR POR RAPA NUI, con lo que me sumo a un movimiento similar al de miles de mexicanos, arqueólogos y ecologistas en general que están llamando a no votar por otra de las “candidatas fuertes” del concurso, Chichén Itzá, sobre la base de la posibilidad de que ese sitio arqueológico se deteriore definitivamente ante un desborde de turistas. En la actualidad Chichén Itzá recibe 1.2 millones de turistas al año, estimándose que su máxima capacidad para soportar las visitas alcanza a las 1.5 millones de personas por año, cifra que evidentemente se multiplicaría gracias al negocio de las agencias de turismo de todo el mundo.De hecho el presidente de la oficina mexicana del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) de la UNESCO, Javier Villalobos Jaramillo, pidió que no se vote a Chichén Itzá como una de las nuevas siete maravillas del Mundo, ya que según su opinión “esta idea de votar para elegir los nuevos lugares es poco seria y se parece más a los concursos de simpatía que organizan las escuelas, donde quien vende más boletos gana” y que “más que beneficiar un eventual triunfo puede afectar nuestro patrimonio". Además Villalobos da otro argumento clave “Chichén Itzá ya es Patrimonio de la Humanidad. Tiene la más alta distinción que puede tener” y que consecuentemente cree que “este movimiento de las siete maravillas es simplemente un tema de especulación económica con interés de posicionar lugares para el turismo, pero no evalúa el sitio, ni sus condiciones o sus valores”, recordando a la vez que Egipto, quien pugnaba porque sus pirámides también fuesen consideradas como maravillas, retiró su postulación al ver esta amenaza.
Si ya Te Pito o te Henua (Rapa Nui) es patrimonio de la humanidad y tiene un creciente caudal de turistas, los invito a hacer lo mismo que han hecho algunos mexicanos y los egipcios y sumarse, como en el pasado, a la campaña del No, claro que esta vez es a NO VOTAR POR RAPA NUI.